martes, 16 de junio de 2020

¡Dios lo quiere! Génesis

Escritor es el que escribe.

Y cómo llevaba tiempo sin hacerlo, me propuse retomarlo para ejercitar músculo.
Pensé que la mejor manera de iniciar de nuevo la rutina de manchar papeles, sería escribir relatos cortos.

Y se encendió una lucecita entonces. Una de esas pequeñas partículas de luz que han debido salir de alguna fuente lumínica de mayor envergadura. Uno de esos brillos que sirven de guía para llevarte a la fuente, si haces todo lo necesario para ello. Todo esto no vale si no pones de tu parte.

La idea consistía en bucear en la Historia, cualquier parte de ella, y encontrar momentos, no muy conocidos en general, que me atrajeran por cualquier circunstancia y colocar en ese momento unos personajes ficticios que desarrollarían una trama a la vez que esos acontecimientos estuvieran sucediendo. Serían personajes que se encontraran en ese punto concreto y se toparan de lleno con sucesos históricos y personajes reales que marcarían sus anónimas vidas.

Algún rincón de mi mente la debió lanzar para llamar mi atención. O tal vez venía de fuera de ella. Es igual. El caso es que ya tenía por dónde empezar, que suele ser lo más complicado de encontrar.
Cuando encuentras el hilo, sólo hay que tirar de él para ver a dónde te lleva.

Ya tenía trabajo. 

En ese momento es cuando se despierta un calor en tu interior producto de la excitación. Pero hoy no os voy a hablar de ello. Forma parte del proceso creativo, que es algo que me interesa mucho por lo que tiene de mágico, y por ello haré entradas en este blog relativas a este tema exclusivamente.

Tenía toda la Historia para buscar. Pensaba que las tramas se me ocurrirían al localizar los momentos históricos.

Sinceramente, no recuerdo el momento ni el qué me llevó a esa época en particular. Supongo que mi interés en los Templarios tuvo algo que ver. Pero no logro acordarme a pesar de mi esfuerzo.

Las cruzadas.

La mayoría de nosotros han oído hablar de ellas, de los Templarios, de Jerusalén, Saladino, Ricardo Corazón de León... Con más o menos profundidad sabemos algo de todo eso. Pero lo más conocido y lo más asentado culturalmente, es mayormente hechos acaecidos a partir de la Tercera Cruzada de un total de ocho o nueve, según fuentes.

Me pregunté por el origen de todo esto. Me pregunté por la primera.
Y me puse a investigar y documentarme, una de las partes más divertidas para mí del proceso creativo y que más suelo disfrutar.

Lo hallado me maravilló, a pesar de ser una cruel y salvaje historia de sangre y horror. Pero era una gran historia y creo que poco conocida.

Así, en un momento de meditación repasando lo encontrado, se desarrolla en mi mente TODA la historia de la trama que voy a escribir y sus enlazamientos con los hechos históricos que les afectan. Me puse muy nervioso, ya que temía olvidarla al momento de colgar con mi musa.

Pero no fue así. Se agarró como una lapa, por lo menos lo más importante, y pude llevarla hasta el final.

Raimundo de San Gil, Godofredo de Boullion, Bohemundo de Tarento... Todos esos personajes merecían una historia. 

Y aquí la tienes.



martes, 2 de junio de 2020

"Es más que amor", Génesis.

Cuando uno, por la razón que sea, se acerca a los Evangelios (nos limitamos a los Evangelios canónicos) se encuentra con la increíble y fascinante historia de Jesús, o mejor dicho, de los años públicos de su vida, su cruel castigo, muerte y resurrección posterior.

Hay tres de ellos, Mateo, Marcos y Lucas, que cuentan prácticamente la misma historia y tienen pocas diferencias entre si. Está bastante aceptado entre los estudiosos del asunto que es muy probable que esa semejanza se deba a que los tres evangelistas mencionados bebieron de la misma fuente, que es conocida como el evangelio Q y del que no tenemos ninguna copia en nuestros días.

Después está Juan. Y este evangelista, que fue discípulo de Jesús, nos cuenta una historia diferente o, por lo menos, con otro tono, dando importancia a aspectos diferentes del mensaje de Jesús. Se puede decir que en el relato de Juan, supuestamente el discípulo amado, se oye mejor y mas cercana la voz de Jesús. Es más en primera persona, a mi entender. Los anteriores parecen contar la historia de otro, de un tercero que es el objeto narrado. Sin embargo en Juan, parece que es el propio Jesús el que explica su mensaje.

Creo que se nota un poco que es el que más me gusta.

Centrándonos en María Magdalena y su importancia en la historia, vemos que parece ser un personaje clave, ya que aparece en los momentos más importantes y dramáticos de la trama.
Cabe destacar que aparece citada más veces que la mayoría de los apóstoles.

Siempre estuvo ahí, junto a María, la madre de Jesús. Ellas, junto a Juan, son los únicos personajes que permanecen al pie de la cruz durante la agonía del Nazareno. Para ellos fueron sus últimas palabras. 

El resto huyó o se escondió dominado bajo un miedo que puede ser justificado.

La cosa no queda ahí, ya que, siempre según los evangelios, es la principal  o única testigo de la primera aparición de Jesús tras su muerte. 


Imagino que Jesús no elegiría al azar un asunto tan importante como la primera aparición tras su aparente muerte física dándole un susto al primero que asomara por allí. No parece. 

Si has llegado hasta ese punto, quieres saber más. Quieres saber qué ocurre después de lo relatado en los Evangelios. Quieres saber qué sucede con los principales personajes de la historia.

No te agobies. Hay una continuación. Se llama "Hechos de los Apóstoles". 

En lo que parece la segunda parte de los Evangelios, se retoma la historia, más o menos donde termina la otra. Nos encontramos a los apóstoles desconcertados y escondidos en Jerusalén y conocemos el importante episodio de la Epifanía, donde el Espíritu Santo hace su aparición y se convierte en la fuerza y guía de éstos en sus siguientes pasos.

Lamentablemente, poco sabemos ya de María Magdalena y su madre. Hay alguna referencia a "alguna mujeres" como única mención, pero acaba ahí.

Pedro logra el protagonismo con diversas escenas en las que parece heredar los "poderes" de Jesús a través del Espíritu Santo. Pero pronto se puede apreciar que Pedro no es Jesús.

Sirva como ejemplo este episodio:

Hechos 5:1-11 
Ananías y Safira
5  Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad,

2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.

3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?

4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.

5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.

6 Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron.

7 Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido.

8 Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto.

9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.

10 Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.

11 Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.

No, Pedro no parece Jesús, ni actúa como Él.

Pero eso es otra historia.

Si avanzamos nos encontramos con el oscuro personaje de Saulo de Tarso, el enviado para acabar con la creciente nueva religión. Y lo hace de la forma más cruel, como se puede ver con el pobre Esteban. 

Saulo se va a convertir en Pablo tras un episodio confuso y de repente asume todo el peso de la historia y tras enfrentarse a Pedro, cargará con el liderazgo espiritual y político de la nueva iglesia.

Es un buen ejercicio comparar las palabras y las ideas de Pablo/ Saulo con las del propio Jesús sólo unos capítulos más atrás.

La historia ya parece otra y puedes completarla con las cartas que todos estos nuevos líderes envían a las recién constituidas comunidades cristianas.

En mi corazón había un hueco enorme. El de María. Necesitaba saber más de ella.

Aquí nace "Es más que amor".

Esta historia empieza donde acaba su participación en el Nuevo Testamento.
Es una ficción basada en experiencias personales en las que trato de completar ese hueco. Por lo menos para mí.

Todo ello escrito con el más absoluto respeto por todas las creencias y sensibilidad de la que he sido capaz.

Ya os iré contando más cosas...

Fuentes: La Nueva Biblia de Jerusalén
Foto: https://rezarconlosiconos.com/

#mariamagdalena #evangelios #Jesus #esmasqueamor

viernes, 29 de mayo de 2020

Reencuentro (Siete años después)

Han pasado siete años desde la última entrada en este blog. 

Y ahora que estoy haciendo lo necesario para reencontrarme con el mundo juguetón de las palabras, quizás sea un buen momento para reencontrarme también con este espacio y convertirlo en el escenario en que las palabras puedan bailar y volver a juntarse, como si de una danza de ligeras mariposas se tratase.

Lo pasado quedará ahí como testigo silencioso de lo que fui y lo que llegué a sentir. Es un nuevo ciclo que inauguro con este post y que me llena de ilusión y ganas para mantener la llama encendida.

Desde aquí promocionaré y ofreceré mis escritos, así como un espacio de encuentro con aquellos que me conceden el honor de seguirme y leerme entre la inmensa tela de araña de palabras que hay en la red.

También ofreceré información adicional de mis historias, búsqueda de ideas nuevas, reflexiones, investigaciones y participación del proceso creativo de mis obras.

Deseo que esta vela no se apague.

martes, 12 de noviembre de 2013

¿Por qué no conoceremos nunca la paz?

Es fácil de comprender si aceptáramos la existencia de una ley kármica que afectara a los países o a su asociación, como la Unión Europea. Nuestro pasado nos anunciaria, irremediablemente, milenios de sufrimiento como el que hayamos infringido al resto.

Pero como parece que esto, al no ser demostrado científicamente, no nos acojona lo suficiente como para pensar en cambiar de hábitos, quizás nuestro presente pueda infundirnos algún temor de que el profético encabezado de este post sea real.

Podemos empezar hablando de infinidad de ejemplos, pero me quiero centrar en alguno de los más visibles, como el apoyo incondicional en guerras claramente injustas (si es que alguna lo es), políticas económicas que son productoras insaciables de las desigualdades y pobrezas que el sistema necesita, vallas inmorales en las mismas fronteras que antes fuimos a atravesar con nuestros ejércitos, cuchillas inhumanas, etc... sin fin.

Quizás la prueba más clara que puedo aportar es un pequeño ejemplo. Si afirmo estar en pie de guerra, soy comprendido de inmediato por la totalidad de mis vecinos y no necesito dar muchas explicaciones de mi estado y sus consecuencias posteriores. Pero si, por el contrario, afirmo encontrarme en pie de paz, lo primero que me encuentro es la mirada de extrañeza en los que me rodean y la necesidad de explicarme hasta el infinito. Parece una cosa poco importante, pero no lo creo. Me explico.

Si debemos invadir un país, porque su comportamiento no es el "adecuado", porque nos interesan sus recursos o cualquier otra peregrina razón, nos ponemos en pie de guerra. ¿Qué quiere decir?

Inmediatamente ponemos a disposición de los invasores, satélites, armas (que no falten, ya haremos más), tanques, aviones, animales de carga, cientos de miles de soldados, perros, ingenieros, material de campaña, médicos, enfermeras, camillas y todo un puto hospital desmontable si hace falta (creo que me empiezo a encender, sorry) porta-aviones, banderas, zapadores, una cabra, banda de música, cátering, camiones, telescopios, Marta Sanchez, toneladas de ropa...

Es lo que corresponde al estado de pie de guerra. No hay demoras, no hay discusiones ni debates esteriles. Al instante están en marcha.

Ahora bien, si en ese mismo país no tenemos el más mínimo interés comercial, pero sufre la desgracia de cruzarse en el camino de un tifón, un huracán, un terremoto o un tsunami, deberíamos ponernos inmediatamente en pie de paz. En su lugar usamos la más sibilina y perversa de las hipocresías para no hacer nada.

Sabemos de sobra que, cada cierto tiempo, una desgracia como esa asola partes del mundo que han sido sistemáticamente debilitadas por el resto de sus vecinos. Sus efectos son devastadores cuando se encuentra terreno abonado con la pobreza. Irán, Haití, Indonesia, Filipinas...

Entonces, en lugar de tener todos los recursos del mundo preparados para acudir al auxilio minimamente humano con los vecinos, ponemos números de cuenta para que las abuelitas pongan cinco euros de su pensión a causa de darle pena con la tele. Montamos telemaratones, conciertos, minutos de silencio, recogida de alimentos y mantas. No hay dinero para esto, necesitamos tu aportación para que podamos hacer algo con esos pobrecitos. ¿Aún no lo ves? Más lejos te queda la paz.

Podría escribir diez páginas más sobre el tema y volcar toda mi indignación, pero me la llevo pues creo que la necesitaré. A buen entendedor, pocas palabras bastan.






miércoles, 12 de junio de 2013

El camino es...

El camino es MAGIA
por llevarnos en todo momento al lugar preciso, a la hora adecuada. Por dirigir el movimiento de esta gran orquesta en la que el peregrino no es más que una nota musical que camina por un pentagrama lleno de árboles.

El camino es FE
como combustible para no abandonar el empeño de llegar, para no dejarnos vencer por las dudas y las debilidades, pues la fe consiste en creer en una certeza incierta.

El camino es ENTREGA 
para  hacer posible la solidaridad entre los hombres y mujeres. La entrega, con fe y magia, es caminar  con un timón manejado por expertas y fuertes manos.

El camino es ESFUERZO
pues no se entiende tener un deseo sin la  suficiente motivación para poder cumplirlo.

El camino es SUPERACIÓN PERSONAL
para llegar siempre un poco más allá de dónde creíamos poder llegar.

El camino es CONVERSACIÓN INTERIOR
porque en un cuerpo cansado por el esfuerzo, aparece con mayor claridad la voz del Alma.

El camino es RECONOCER A DIOS
en cada árbol, en cada piedra, en la flor, en el canto de los pájaros, en el majestuoso planear de las ágilas, en el rumor constante del río, en la tormenta... Todo lo que habla, habla el lenguaje del Mundo.

El camino es CONVIVENCIA E IGUALDAD
porque sufre igual el banquero que el profeta de la revolución silenciosa. Porque comparten cama, mesa, camino y ampollas; porque intercambian sueños, ilusiones, alegrías, llantos y temores. Y destino.

El camino es SOL, LLUVIA, FRIO, NIEBLA
pues el clima de nuestro interior, de nuestra alma, recorre las diferentes estaciones, acercándose y alejándose sucesivamente de nuestro incandescente corazón.

El camino es LA RESPUESTA A UNA LLAMADA
amplificada por los espacios de nuestro universo interior, haciendo inútil el intento de pasar por sordo, ignorando tremendo eco.

El camino es HUMILDAD Y RESPETO
porque un alma humilde es un alma en paz. Esa clase de paz y humildad que aparece cuando uno cada vez se hace más grande y puede comprender que eso le hace más pequeño por momentos. El respeto contribuye a la paz y sin paz personal es imposible respetarse.

El camino es REFLEXIÓN Y COMPRENSIÓN
para no pasar mirando escaparates o, lo que es peor, formar parte de ellos. Repensar para comprender, para recomponer el rompecabezas de la vida desde una nueva perspectiva que nos muestra los ángulos oscuros.

El camino es TOLERANCIA
aceptación y desapego como lubricante de las relaciones entre iguales con diferentes dolores. El camino baja a jueces y reyes de sus tronos.

El camino es LIBERTAD
como el aire que se respira, como el agua de la cantimplora, como ese pequeño resto de azúcar que nos devuelve de agotamiento. ¿Qué hay de bueno sin libertad? 

El camino es SACRIFICIO
para asumir la responsabilidad que conlleva ser libre; para seguir soñando con el objetivo aunque nuestra viste se nuble para siempre; para que el dolor se convierta en un compañero más y que el sufrimiento no sea opción.

En definitiva, el camino es AMOR
y vida, porque vivir es caminar y la vida un camino lleno de señales que, como esas flechas amarillas, nos guían hacia la gran comunión del ser humano, para liberar todo su potencial de amar. El que nos convierte en Dios.

#caminosantiago #caminoes #peregrino